Juventud panameña, protagonista de un cambio

La juventud panameña evoluciona en la búsqueda de cambios, para desarrollar su pensamiento crítico en base a temas nacionales, donde son ignorados por falta de equidad y voluntad. Mientras hay un rezago de políticas públicas, los jóvenes han definido sus prioridades a fin de incidir públicamente.

La nueva generación de jóvenes en el país canalero está cargada de independencia, decisiones,  diversidad y un despertar esperanzador; donde han comenzado a ser los protagonistas de la toma de decisiones político-sociales, frente a la brecha de desigualdad existente.

Panamá dejó de ser el Dubai de las Américas, en franca recuperación económica en medio de la pandemia, ha enfrentado su peor crisis social en las últimas tres décadas donde las juventudes junto a educadores y sindicatos exigen cambios tangibles.

Para expresar sus ideas, Marlene Sánchez Góngora, conocida como Lenne, usa el mecanismo de lucha social; es artista urbana y activista del Movimiento Comunal  Nacional, Federico Britton.

La cantautora de 26 años, no cesa en pedir cambios sociales en sus letras… “la gente en la calle lo grita: originaria es la que se necesita”. 

Mientras su voz al ritmo de rap, resuena por altoparlantes en la histórica Plaza de la Independencia, cercana al palacio presidencial,  el eco se lleva los acordes de su protesta, mientras los manifestantes piden cambios a la Constitución Nacional.

“Hemos demostrado como jóvenes, que sí nos interesa nuestro futuro y el rumbo del país, por eso vemos a gente joven liderando procesos comunitarios, ocupando posiciones de dirección en sindicatos y haciendo propuestas serias para la clase trabajadora”, describe la  activista y líder comunal.

Lenne, a través de sus canciones protesta, transmite la experiencia de cómo luchar, se intuye su formación de organización estudiantil y política,  hasta las emociones que le genera un discurso como panameña, joven de a pie. 

Ser joven en Panamá, es estar dentro del grupo demográfico de 15 a 29 años, lo que en cifras es el 24 por ciento de un universo poblacional de 4.3 millones de habitantes.

Los jóvenes exploran y coinciden en encontrar espacios y alternativas de educación, comunicación, seguridad ciudadana, diversidad,  empleo, seguridad social y  reducir la brecha de la pobreza.

Foto. Daniel González. Los jóvenes estudiantes panameños de colegios públicos participaron junto a los educadores durante la crisis social del 2022 de las movilizaciones en las calles.


Jóvenes aspirantes políticos

A una hora de la capital vive Ulises Green, oriundo de la provincia de Colón, es el líder de “Los Imparables”, un grupo organizado  de más de una decena de jóvenes y voluntarios,  con los que se ha adentrado a la zona roja de Altos de Los Lagos, a fin de conseguir oportunidades a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en riesgo social, por medio de la prevención.

Green creció en los suburbios de la ciudad de Colón, y busca dar un giro a su provincia inspirado en modelos como Colombia y Chile, donde los jóvenes han buscado sus espacios para llegar a los cambios políticos existentes. 

Los primeros pasos le han permitido sacar a jóvenes de las calles y de la violencia urbana, para transformar sus aspiraciones en algo tangible con la consecución de becas de estudios superiores en países como México, Europa y Rusia.

Altos de los Lagos es un complejo habitacional, viven alrededor de 1,600 familias, que sobrepasa las ocho mil personas,  creado como un programa de interés social para trasladar a la población residente del casco urbano de Colón hacia las afueras. Los problemas sociales se trasladaron hacia ese sector, donde las balaceras y muertes son el común diario, la provincia hasta el mes de julio mantenía 54 crímenes.

El líder colonense aspira a conformar su propia fundación, considera que por lo pronto los jóvenes tienen mucha iniciativa para crear proyectos y adentrarse en la política para alcanzar nuevas leyes. Green ya dio el primer paso, al inscribirse como precandidato a ser diputado independiente por la ciudad de Colón con el movimiento de juventud, “Vamos”.

 “No podemos centralizar todo en el adulto y caer en el “adultocentrismo”, para las necesidades reales del joven.  Nosotros hablamos un lenguaje y entendemos nuestra realidad, es nuestra problemática y lo más importante, es que los mismos jóvenes podemos darle soluciones”, es la visión del aspirante político juvenil.

Colón es la segunda  área comercial más importante del territorio, con ganancias de $5 mil millones en el primer semestre de 2022, pero donde la brecha de la desigualdad  impacta  con una alarmante cifra de desempleo, la más alta del país con el 30 por ciento. 

  Alrededor de 44,937 personas, entre ellos, jóvenes,  reciben el subsidio del vale digital de $120.00,  que otorga el gobierno desde que se declaró la pandemia de Covid 19, en marzo de 2020. 

Panamá ha tomado iniciativas que plantean la inserción de los jóvenes en espacios de interacción,  ante el Consejo Nacional de Juventud,  en los clubes de debates de las universidades privadas o con políticas gubernamentales desde la Coordinación Nacional de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES).  

Desde el 2004, fue la primera y última vez, que se elaboró una política pública de juventud en el país, lo reconoce el propio MIDES a través de su coordinadora de Juventud. Edmavi González.

Son muchas las falencias frente a las juventudes, produciendo la falta de confianza y el rechazo a las políticas que agrandan la brecha existente en el país.


Los rezagos de las políticas públicas

En efecto, la política pública de juventud en el 2004, estuvo organizada por el otrora Ministerio de la Juventud, la Familia y la Mujer ahora MIDES,  estructurada para garantizar las condiciones de desarrollo humano de los jóvenes panameños, reconociendo sus derechos..

El universo juvenil de la política pública  se caracterizó por su heterogeneidad y diversidad, donde se adoptó el rango de edad de los jóvenes, entre los 15 a 29 años.

 De cada cuatro personas 1 era considerada joven en el país. Las cifras estadísticas de población determinaron que para el año 2002, el 65.1% de la población joven vivía en zona urbana, el 34.8%  en zonas rurales y un 10.1% en área  indígena.

El documento recogió derechos de vida y libertad, derechos civiles y políticos, en momentos de una alta incidencia de actos de delincuencia  a manos de jóvenes infractores sumidos en las pandillas.  Se estimó que 31 mil casos judicializados fueron cometidos por adolescentes infractores de la ley.  

Es por ello que se trabajó a nivel gubernamental en la realización de acciones para la prevención de la violencia y el delito, como también la promoción de la seguridad y convivencia ciudadana. 

Otros postulados de la política de juventud fueron basados en salud sexual y reproductiva, familia, educación, equidad, no discriminación, trabajo, vivienda, ambiente, arte y deporte.


“Letra muerta”

El 5 de agosto de 2019  fue presentada la iniciativa legislativa por la cual se estableció el Registro de Organizaciones Juveniles, que tenía como base hacer cambios en la legislación para mejorar el tema de juventud. 

La Ley No. 63 permitiría  que  más jóvenes se empoderaran  de su rol cívico en la sociedad, y  tuvieran la oportunidad de participación ciudadana para  la toma de decisiones desde espacios indirectos de poder.

Los antecedentes de esta ley,  se circunscriben al Decreto Ejecutivo No. 160 del 2 de junio de 2000, que establecía que los fundadores de asociaciones sin fines de lucro no podían ser menores de 25 años.

Ulises Green trajo el tema a la palestra, al participar en la discusión del anteproyecto de ley cuando formaba parte del Consejo Nacional Juvenil.

El líder juvenil consideró que la Ley No. 63 no funciona, no ha sido reglamentada.  “En qué va a quedar,  es un libro de letras muertas, cómo muchas leyes que hay acá”.

La sancionada Ley No. 63 sufrió un  tormentoso recorrido, siendo aprobada en agosto de 2021.


Falta de integración efectiva

A pesar de los esfuerzos colectivos por incidir en la vida nacional, una consultoría en el 2015 para el Organismo Internacional de Juventud para  Iberoamérica y aportada al MIDES  determinó que aquella política de juventud presentada para el año 2004, no fue encarada sistemáticamente, sin lograr la necesaria integración efectiva.

Samuel Prado, politólogo e investigador de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá,  quien formó parte del movimiento estudiantil universitario,  recordó que hubo gobiernos con un poco más de interés o menos interés que  otros para el desarrollo  de políticas públicas de juventud.

Por ejemplo cuando el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo implementó nuestra voz,  creo que fue el  último intento de poder generar un espacio donde estuviera prácticamente toda la juventud del país, argumentó Prado.

Se trata del Informe de Desarrollo Humano elaborado en el 2014, denominado “El futuro es ahora”, donde se planteó el tema de educación y la urgencia para la construcción de políticas públicas  para los jóvenes pobres entre los 18 y 24 años de edad.

Para ese momento se destacó que la brecha de género en lugar de disminuir se hacía cada vez mayor, a pesar de que Panamá era signataria de todos los convenios y acuerdos internacionales que promueven el empoderamiento y la igualdad de oportunidades. “El país no ha logrado pasar de la igualdad formal (declarada), a la igualdad real (concreta)”, dijo el informe del PNUD.

Desde aquel informe, pasaron desapercibidas las últimas políticas públicas aprobadas de en el 2004,  y cada gobierno destinó proyectos sectoriales hacia la juventud.

Los efectos del rezago político para las juventudes llegó en un momento donde se cuestiona el liderazgo de ciertos grupos. El historiador Enrique Avilés analiza que ese liderazgo está balcanizado, no logra consensos, sin orientación.

Hay una juventud estudiantil que tiene rasgos de formación radical, y hay otros sectores que  no logran por su propia condición unificar criterios para direccionarlos, lo que terminarían contradiciéndose sin un liderazgo unificado.

Ante esta corriente están los sindicatos, que han optado por organizar a sus juventudes con mecanismos más organizados de cuadros políticos e ideológicos.  Las comunicaciones son vitales para llevar el mensaje, de lo que consideran la batalla de las ideas frente al cerco mediático.

Irving Pinzón, es el encargado de prensa del Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Similares, cuyas reivindicaciones sociales las llevan a las calles, a los diálogos y mesas temáticas nacionales. Utilizan el mecanismo de comunicación popular, para poder mantener el contacto con su organización y el movimiento social.

“Definitivamente en el movimiento social hay  gran cantidad de jóvenes que tenemos que hacer un trabajo para ese relevo generacional. Los jóvenes somos revolucionarios por origen, yo creo que la organización ha estado haciendo el trabajo para desarrollar a la juventud dentro de las filas de nuestro sindicato”. 


Vacío forzado del movimiento estudiantil

Al retornar al pasado reciente, entre el 2014 al 2022, se podría considerar entre los más bajos momentos  que ha tenido el  movimiento estudiantil como tal,  un ejemplo es  la organización estudiantil de la universidad pública, donde se han quedado muy encerrados dentro del campus, inclusive de un divorcio entre los estudiantes y los llamados dirigentes, revela Samuel Prado.

La visión del politólogo Morales es que  definitivamente hay un vacío,  en cuanto a que un joven que está saliendo de sus estudios secundarios para entrar a la universidad se choca de manera abrupta con  la realidad política o con las organizaciones que lideran el movimiento y están hablando de temas políticos.

El docente e historiador universitario, Enrique Avilés coincide en que en las últimas tres décadas hay un vacío,  no ha habido planes consistentes para la juventud para integrarlos y que participen de una manera crítica.

La génesis proviene de la irrupción en el 2013 por la desarticulación del movimiento estudiantil ejecutado por el Ministerio de Educación en el gobierno de turno.  Se efectuó el desmantelamiento del reconocido Frente Estudiantil Revolucionario – FER 29, cuyo bastión era el glorioso Instituto Nacional; lo cual  dejó un vacío que hoy recuerda la activista colonense de “Los Imparables”, Eyra Ramos. 

Desde la perspectiva periodística, de género, la educadora popular Sharon Pringle comenta que tenemos un debilitamiento en el sistema educativo, donde no podemos pedir a las juventudes mejor formación.  No está siendo sujeta a políticas de transformación y se le cercena su libertad de expresión por falta de  experiencia. 

La comunicadora popular Sharon Pringle.
Foto. David Mesa
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Se perdió esa identidad,  ese reconocimiento,  pero con el resurgir de las redes sociales empezamos a ver un montón de información y  empezamos a cambiar.  

 Este momento marcó significativamente para Eyra su perspectiva, en Colón  también había incidencia del FER-29 a nivel estudiantil y universitario.

“Tengo que hacer algo por esta situación y no me importa lo que mi profesor me diga, que me quedé callada, siento que es el darse cuenta que hay otros jóvenes como tú.  Al ver toda la información existente, se vuelven a crear las  expectativas, esa definición de yo soy panameño,  estudiante y voy a luchar por nuestros interés”, fue el resurgir de la joven activista feminista, Eyra Ramos.

Las oportunidades que reclaman

En el presente hay varias corrientes de juventudes organizadas, son en su mayoría los jóvenes universitarios quienes protagonizan los principales espacios y lucha social en las calles; los sindicatos mantienen sus espacios de juventud con una formación ideológica, política y programática.

Mientras en otros espacios, se han formado los colectivos de género, comunales y con nuevos actores por la lucha LGTBIQ+, contra la violencia sexual o la corrupción,  por citar algunos, con corrientes progresistas, como también de la sociedad civil definidos hacia políticas neoliberales.

Sharon Pringle ve esta nueva movilización colectiva de juventudes como  el despertar, gente que no estaba organizada, es esperanzador.

Franklyn Robinson enarbola el simbolismo de la comunidad gay de Panamá, organiza anualmente la marcha de la diversidad y su activismo surgió frente a la indignación de haber estudiado y emprendido, pero cuestiona que todo sigue podrido en el país. 

Te das cuenta que tú intentas e intentas y te ponen una barrera política y social, cuestiona el joven comunicador de 25 años. Robinson, periodista e influenciador ha participado en innumerables protestas sociales en la capital, ante el hartazgo ciudadano contra la corrupción, la violencia sexual, derechos humanos y  la discriminación.

Es también aspirante político a una representación en la comuna capitalina como parte de los gobiernos locales, en un barrio de afro descendientes cuyos parientes llegaron de las Antillas para la construcción del Canal. 

Ante estos hechos, Pringle visualiza el disgusto que existe en el país como un detonante, un estallido social; donde la juventud no se aguanta el modelo social, político y económico, el cual hemos estado  siempre excusando.

Cuando estallaron las protestas por las reformas constitucionales en el 2021 fuimos como parte del movimiento feminista a un acompañamiento de juventudes que participaron de la protestas, como formadoras, recalca la educadora popular. 

 Pude sentir el clamor sostiene Pringle,  pero que tiene que seguir siendo direccionado, donde las juventudes se están saliendo de un sistema tradicional que no tiene respuesta y no está siendo óptimo.


Mecanismos de incidencia política y social

Ante los evidentes vacíos de políticas públicas en el país, la Coordinación de Juventud del MIDES admite que resultó necesario levantar un proceso inclusivo, participativo, territorial y amplio de consulta nacional, para actualizar las prioridades de inversión y gestión gubernamental en materia de juventud, en este periodo.

Durante las consultas públicas realizadas con jóvenes del país, observaron un desconocimiento de la juventud en relación con los programas y proyectos que los benefician. 

Parte de los ejes temáticos fueron obtenidos de la realización del Pacto del Bicentenario realizado en el 2021, siendo  un instrumento para dar mayor sustento a los insumos de la política pública, donde los jóvenes pudieron ingresar por medio de un programa denominado el Ágora virtual e hicieron  18,258 propuestas de sus necesidades.

En la más reciente encuesta de julio de 2022 realizada por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS), personas entre los 18 y 29 años ante las recientes protestas en el país,  señalaron en mucha mayor medida como los principales problemas, la desigualdad en el país, siendo el 33.0% de los encuestados  y en menor medida la corrupción 47.7% , que otros grupos de edad.

Según el CIEPS  fueron los jóvenes quienes en un 75 por ciento apoyaron las protestas en julio de 2022.

Luego de finalizada las protestas fue instalada una mesa de diálogo unificada con el gobierno nacional, existe una ausencia de  jóvenes  frente a los 8 álgidos temas que se discutieron como canasta básica, medicamentos, Caja del Seguro Social, educación, corrupción, entre otros. La mesa continúa paralizada en la actualidad.

Foto. Grisel Bethancourt. Entre los lujos de
Panamá hay un alto índice de desigualdad.


Leyes y desarrollo económico para las juventudes

Luego de generarse la participación ciudadana en la incidencia de mecanismos espontáneos de protestas en  las calles, para hacer los cambios trascendentales en el país en base a las necesidades del bajo costo de los alimentos, medicinas, combustible fueron presentadas las políticas públicas de Juventud de Panamá.

Tenemos un documento de política pública actualizado y listo para iniciar su articulación, pero queremos garantizar la institucionalidad que permitirá a futuro que este tema no desaparezca, como en el pasado sí ha ocurrido, describió Edmavi González, desde la parte oficial.

La Política Pública de Juventud 2022-2027 revela un análisis de inversión con  estimaciones que parten de los presupuestos actuales destinados a programas o proyectos relacionados a los ejes o líneas estratégicas. 

Según las estimaciones elaboradas por el PNUD, la inversión conservadora sería de 13,806.19 millones de dólares y la inversión ideal de $17,874.65, para implementar las políticas públicas.


Reactivación, educación y seguridad

Michael Chen, el presidente más joven de las Cámaras de Comercio del país, y quien dirige la Cámara de la provincia de Colón tiene mecanismos de soluciones para el país y la población joven.  Siente que frente a la crisis social que impactó Panamá hace un mes, todos debemos involucrarnos y accionar.

“Somos expertos en el arte de hablar y poco hacer, eso es lo que tenemos que cambiar y tomar acción de inmediato”, dijo Chen.

Desde la Cámara de Comercio de Colón  propuso los tres ejes principales para hacer cambios sustanciales en el país, donde los jóvenes también son actores, entre estos, menciona la reactivación económica para que se abran las plazas de empleo, necesitamos educar y culturizar a las personas, necesitamos incentivar la seguridad pública.

El empresario describe el modelo como la  del milagro de Japón basada en los tres ejes, y sostiene que no hay que inventar la rueda.

Chen al mismo tiempo, está incidiendo en las redes sociales, implementando junto a jóvenes mecanismos de comunicación atractivos y orgánicos, compartiendo experiencias y modelos de ciudades como Medellín. Aspira a que  las zonas rojas de su provincia se conviertan en áreas turísticas de primer orden frente a la mejoría económica de la Zona Libre de Colón, uno de los principales pilares económicos del país.

Mientras se buscan otras soluciones con la aprobación de la ley de juventud en la Asamblea Nacional; en la Plaza de Catedral, Lenne Sánchez Góngora reflexiona y recuerda que no podemos voltearnos y ser indiferentes ante la injusticia que ocurre en el país.

“Me preocupa el país que le dejemos a nuestros hijos y la mejor forma que he encontrado para que mi hija tenga acceso a una vida digna, es luchando por ella y sus pares junto a otras madres y otros padres con la misma preocupación”, dijo la joven líder comunal del movimiento social.